El componente principal es la madera, que crece fuera del suelo. Es ecológica, no tóxica, renovable, reciclable y biodegradable.
La energía necesaria para producir una viga VILAM, desde el crecimiento de los árboles hasta la fabricación, es solo una fracción de la energía requerida para producir acero o concreto.
Mientras que las vigas de madera sólida tienden a agrietarse y torcerse, una viga VILAM, del mismo tamaño (y a menudo más pequeña) permanecerá estable durante muchos años, conservando su atractivo visual.
Las vigas de madera laminada son a menudo preferidas sobre el acero o el concreto por su aspecto, creando una sensación cálida y acogedora en una estructura.
Los elementos de la viga VILAM muestran un buen desempeño ante el fuego. Esto se debe a que forman una capa de carbón a una velocidad típica de 1/40 de pulgada por minuto. Esta capa carbonizada actúa como un aislante autoformado, permitiendo que las caras expuestas mantengan su resistencia durante más tiempo.
Las vigas de madera laminada son fáciles de manejar e instalar. Se pueden trabajar con herramientas eléctricas y manuales comunes.
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